Hablo de pintarte las uñas de color rojo si te da la gana y de vestirte con las camisas de tu padre. De escuchar reggeton y bailar como loca o de comer tantas chuches que te pongas mala, hablo de sonreir si tienes ganas y de enfadarte si te dan los motivos necesarios, hablo de saltar por la calle y gritar las veces que te de la gana su nombre, el tuyo o de gritar simplemente tu canción preferida, hablo de mirar el cielo las veces que te de la gana y de ponerte tonta si te hacen cosas que no te gustan.


Puedo ser la mas ingenua, incluso la mas tonta, puedo aceptar que muchas veces peco de idiota, y que todo lo que me decian era verdad, pude equivocarme conscientemente y como duele saber que no sirvió de nada, como me encantaria poder ser yo quien me lo arrancara del pecho, quien lo sacara a patadas de mi cabeza, quien borrara su recuerdo para siempre, como me gustaria ser yo y no el destino quien colgara cuadros con otra fotografia que no sea la suya, quien destruyera los muebles que tocó, y ordenar todo , tal y como estaba antes de que llegara él a descolocarlo. Odio su risa, sus palabras, sus gestos, odio que me hable como si nada, que no reconozca sus errores, odio quererlo más cada vez que me falla.


Tengo mil millones de defectos, sí. Soy tonta y me entero de cosas que me gustaría no enterarme. Soy incapaz de quedarme callada dos minutos, o de no reírme a veces cuando me cuentan o hablo de algo serio. No tengo el mejor cuerpo, ni ojos preciosos, ni labios increíbles. A veces me vuelvo loca, y grito, muchas veces. Me pico, sin motivo, hay veces que me duran dos minutos, pero otras veces me duran días. Cuando me doy cuenta, que es una tontería, pido perdón y digo que nunca más volveré a hacerlo, pero los dos sabemos que dentro de una hora, volverá a pasar. No soy la más simpática, es más puedo llegar a ser borde pero sin embargo doy todo por quien quiero. Si me pillas de mala ostia te puedo dejar sin cuello, pero si me pillas de buenas, aunque no quieras sonreír, sonreirás al ver mi sonrisa.

Sí, puede que no sea la persona más fuerte, ni la más valiente o la más decidida. Puede que me equivoque muchas veces, demasiadas quizás... Puede que me de cuenta de lo que quiero cuando ya no lo tengo, que mi lista de caprichos sea larguísima, que mis rayadas aumenten día sí y día también; que los malos momentos sean muchos, aunque los buenos los superen. Puede que complique lo fácil, que facilite lo difícil, y también puede que tropiece cien mil veces con la misma piedra, pero ten por seguro que siempre me voy a levantar. Siempre.