Y después de sentir, y de exprimir hasta la última gota de todas mis emociones, me fijo y veo que ya no hay malos ratos ni malos momentos. Que más allá de las apariencias, se esconden personas con sus problemas y sus tristezas, sus decepciones y sus bajones, sus errores y su pasado. Que más allá de tanta superficialidad se esconde lo realmente importante, lo que llevamos dentro. Y me dispongo a reflexionar una vez más sabiendo que cada día se aprende algo nuevo, que podemos ser capaces de empezar de cero. Y ahora sí, sabemos que somos ser capaces de ser felices.

No soy una chica muy común precisamente, más bien todo lo contrario. Algo curiosa por no decir cotilla. Soñadora hasta decir basta. Un poco ilusa, para qué negarlo. Algo bipolar, pues tan pronto estoy llorando como estoy sonriendo y hay veces que no puedo parar de reír. Bastante insegura en general, es algo que busco cambiar. Perdí la cordura hace tiempo. Pero qué importa, si así tal cual soy ahora estoy mejor que nunca. Con el tiempo aprendí que si quieres algo tienes que ir a por ello y luchar por lo que quieres. Que el que algo quiere algo le cuesta, y lo digo por experiencia. Puedo llegar a ser muy dulce. De hecho lo soy, pero pocos han tenido el placer de comprobarlo. También tengo mi punto de pasota que lo parte, pero porque con el tiempo aprendí que es necesario serlo por momentos. Debes saber que no soy segundo plato de nadie, porque yo soy un premio. Soy el oro que pocos consiguen porque no se esfuerzan por él. Algunos se conforman con el bronce, que aunque no da tanta satisfacción es más fácil de obtener. Que se arriesguen o no por conseguir lo que vale la pena ya es su problema. No soporto a las niñatas que me copian, que por cierto no son pocas. Hoy en día el estilo es algo que se copia por falta de personalidad, que sinceramente es algo que a mí me sobra. Puedo llegar a ser muy mala, no quieras comprobar cuánto lo puedo llegar a ser, pero también hay veces que me paso de buena. Soy muy orgullosa y no siempre admito que me he equivocado. No me gusta rectificar aunque sé que a veces es necesario y trae buenos resultados, está comprobado. No pienso dejar que nadie me cambie, soy así y punto. No pretendo que me entiendan, el que quiera que me quiera. Dicen que tengo una mirada que engancha, pero debes saber que sólo se la enseño a quien me inspira confianza. Siempre tengo horas buenas, no me gusta andar con penas. Se puede decir que yo no entiendo de fracasos, y si alguno he tenido ya lo he olvidado. He perdido mucho tiempo de mi vida con miedos e inseguridades, pero también he disfrutado de momentos brutales que me han marcado para siempre. Nunca sabes por dónde te voy a salir, soy bastante impredecible. O me pongo insoportable o no puedes sobrevivir sin estar cerca de mí. Suelo tener las cosas bajo control, o al menos eso te hago pensar. Soy de esas que si están deprimidas se ponen una canción triste para deprimirse aún más. Me encanta la música, forma parte de mi vida diaria. Con horario ininterrumpido desde por la mañana hasta de madrugada. Es mi compañera de fatigas y alegrías. Tengo mucho que agradecerle a muchas personas, ellas lo saben. Suelo contribuir a sacarle una sonrisa a la gente, adoro la felicidad y el ambiente de alegría que se respira entre amigos. Se puede decir que soy una chica todoterreno, pocos están a mi altura. Hiperactiva por momentos. Me va mucho lo imprevisto, lo que sucede sin avisar y que se sale de lo normal. Lo quiero todo, demasiadas cosas. Quiero tener todo sin tener que hacer nada. No aspiro a ganar siempre, pero sé que siempre que quiera lo haré. Aún poseo la inocencia que caracteriza mi esencia, y no la pienso perder. Aún conservo ese pedacito de tiempo guardado en un cajón, ese que compartimos algún día los dos. También guardo ilusiones y esperanzas, esperando a que un día se cumplan. Y entonces sabré lo que me he estado perdiendo durante mucho tiempo. Pero recuperaré el tiempo perdido, eso tenlo por seguro. Porque una vez más repito, que todo lo que quiero lo consigo. 

A veces es estúpida, se comporta como una cría y me pone nerviosa. Hoy por ejemplo se está pasando de la raya. Ha llovido, y se ha quedado en casa todo el día, pero en realidad no ha hecho nada productivo. En días como ese parece ausente, no ríe, apenas come, y de vez en cuando le entran ganas de llorar. Al escuchar su voz parece que se ha recuperado, le necesita más que nunca, o se va a volver loca. Lo sé, la conozco perfectamente, le quiere demasiado como para separarse de él, sé que no lo superaría. Está falta de cariño, hoy su corazón se ha hecho pequeñito de repente, pero guarda la esperanza de que mañana crezca de golpe con uno de sus besos.
No había visto nunca nada igual. Esta noche le dirá palabras bonitas, la conozco y sé que ella también las esperará a cambio. Dulce y jodida adolescencia. Cuántos corazones habrás roto ya.

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