Quizás yo sea la rara. O a lo mejor los raros son el resto de la gente; lo cual, de una forma u otra, me haría diferente también. Y es que yo no quiero princesas, ni Cenicientas, ni un gran vestido. Ni tampoco necesito un gran coche, ni un hombre alto, moreno y con los ojos verdes. Y además, tampoco necesito grandes momentos, ni 'Siempre nos quedará París', ni ningún '¡Buenos días, princesa!', ni ninguna otra frase en especial. Tampoco necesito que Celine Dion le ponga una banda sonora a algo que sólo siento yo, ni tener una madrastra que me impida estar con quien quiero. Yo sólo necesito algo normal, o quizás algo raro. Pero algo. Algo que me haga sonreír el resto de mis días, algo que me llene por dentro, algo que me complazca, algo que me motive, que me lleve a las nubes.
Soy un trozo de cada persona que ha pasado por mi vida, aunque fuera un mísero segundo, un roce en el metro, o años enteros aguantándome. Soy el pasado que tanto añoras y el futuro al que temes. Soy el amor en sus primeros meses, esos mensajes con tantos te quiero, esos besos enviados desde lejos y también la que jamás te quiso entender. Soy la banda sonora de tu vida, y esa canción tan pegadiza que tanto odias y siempre acabas cantando.
No niego que te quiera, pero tampoco que no lo haga. Ahora pienso, miro hasta hace cuatro o cinco meses, quien nos diria que ibamos a acabar así, sin nisiquiera mirarnos, sin saludarnos, que es lo mínimo que dos personas que antes se querian pueden hacer. Me jode, y un montón además.
El otro día antes de echarme a la cama, me acordé de aquel día en el que hablamos por primera vez, no sabes a la velocidad que me iba el corazón, no te puedes ni imaginar todo lo que se me pasaba en la cabeza por esos momentos...también cuando al día siguiente te conectaste y pasaste del todo el mundo pero a mí me saludaste y me dijiste que qué tal el día...también el día que estuve contandote mis penas, me escribiste al rato y me dijiste que no llorara, que no me merecia que nada ni nadie me hiciese llorar...Me acuerdo de tantas cosas, y esque no puedo evitar que llore, es que es imposible, totalmente.
Releyendo todo esto he llegado a la conclusión de que te quiero, por encima de todas las cosas y que daria todo lo que tengo porque ahora mismo estuvieramos como antes, no pido ni que estuvieramos juntos, solo que estuvieramos bien.
Probablemente ya, de mí te has olvidado. Y sin enbargo yo, te seguiré esperando. No me he querido ir para ver si algún día que tú quieras volver, me encuentres todavía. Para que tú al volver, no encuentres nada extraño, que sea como ayer, y nunca más dejarnos. Probablemente estoy pidiendo demasiado. Se me olvidaba que ya habíamos terminado. Que nunca volveras, que nunca me quisiste. Se me olvido otra vez que solo yo te quise.
El otro día antes de echarme a la cama, me acordé de aquel día en el que hablamos por primera vez, no sabes a la velocidad que me iba el corazón, no te puedes ni imaginar todo lo que se me pasaba en la cabeza por esos momentos...también cuando al día siguiente te conectaste y pasaste del todo el mundo pero a mí me saludaste y me dijiste que qué tal el día...también el día que estuve contandote mis penas, me escribiste al rato y me dijiste que no llorara, que no me merecia que nada ni nadie me hiciese llorar...Me acuerdo de tantas cosas, y esque no puedo evitar que llore, es que es imposible, totalmente.
Releyendo todo esto he llegado a la conclusión de que te quiero, por encima de todas las cosas y que daria todo lo que tengo porque ahora mismo estuvieramos como antes, no pido ni que estuvieramos juntos, solo que estuvieramos bien.
Probablemente ya, de mí te has olvidado. Y sin enbargo yo, te seguiré esperando. No me he querido ir para ver si algún día que tú quieras volver, me encuentres todavía. Para que tú al volver, no encuentres nada extraño, que sea como ayer, y nunca más dejarnos. Probablemente estoy pidiendo demasiado. Se me olvidaba que ya habíamos terminado. Que nunca volveras, que nunca me quisiste. Se me olvido otra vez que solo yo te quise.
No es que esté loca, es que escondo mi tristeza detrás de un puñado de risas, así me resulta todo más fácil. Y no, no es que no tenga problemas, o que las cosas no me afecten, es que yo las almaceno, las meto en una bolsa, y con cada risa, las intento enviar dentro, mas dentro, donde casi no las pueda ver, aunque.. tiene un inconveniente, de vez en cuando la bolsa... explota.
Soy orgullosa, y me callo muchas cosas que me gustaría decir. No me gustan las películas de risa fácil y no soporto las personas hipócritas .Me trago demasiadas palabras de las que escuecen y luego no puedo evitar esa explotación típica de los que solemos acumular de todo aquello que no puede contenerse. Cojo cariño fácilmente a las personas aunque ni lo diga, ni lo muestre demasiado. Tengo una forma especial de demostrar que me importa la gente. Amo los pequeños detalles de la vida. Soy muy perezosa e inestable, me da rabia que me hagan callar. Cambio de humor diez veces al día. Me podrás encontrar soñando despierta en mi habitación con mi música sonando y mi mente en otra parte. Me encanta salir de fiesta y llegar a casa con cara de loca.
Pero sobretodo lo que mas me gusta es la gente que me sonríe.
Pero sobretodo lo que mas me gusta es la gente que me sonríe.
Ríe hasta que te duela la barriga, salta más alto que nadie, baila bajo la lluvia, disfruta de cualquier tontería, rebózate en la arena, sal a la calle, come todo el chocolate del mundo, tírate a una piscina con ropa, cómprate esos zapatos que tanto te gustan, haz el pavo, no mezcles, escucha esa canción todas las veces que haga falta, hazte pasar por guiri, olvídate de los problemas, se feliz, por cada lágrima pon una sonrisa, ponte guapa. Piensa que la vida esta para vivirla no la malgastes preocupándote de absurdos problemas que nada tienen que ver contigo, disfruta con cada persona que conozcas, con cada locura, con cada marrón, con cada estupidez...
Haz lo que quieras, haz lo que te salga del culo, del alma, del pie, del corazón, de donde sea pero hazlo. No quiero que llegues a vieja y te pese mas lo que no hiciste, y te pese tanto tanto como un elefante ¿entiendes lo que te digo? Equivócate, mete la pata, jódelo todo, vuelve a construirlo, compra un billete de avión solo de ida, duerme en un portal, haz el ridículo, deja que te rompan el corazón,déjalo todo por un sueño, vive..
Haz lo que quieras, haz lo que te salga del culo, del alma, del pie, del corazón, de donde sea pero hazlo. No quiero que llegues a vieja y te pese mas lo que no hiciste, y te pese tanto tanto como un elefante ¿entiendes lo que te digo? Equivócate, mete la pata, jódelo todo, vuelve a construirlo, compra un billete de avión solo de ida, duerme en un portal, haz el ridículo, deja que te rompan el corazón,déjalo todo por un sueño, vive..
Me pierdo en el olvido de quien no supo valorarme, de quien no aprecia mi compañía o rechaza mi pasión. Y soy consciente del tópico "hay que quererse a uno mismo y dan igual los demás" pero cuando una y otra vez encuentras el desierto del desprecio, la oscuridad se acerca, y me pierdo en el viento sin saber si alguna vez sentiré eso que llaman el verdadero amor; me pierdo en un mar de dudas porque si eres solamente tú quien confías en ti misma, no sabes si eres la única loca en un país de cuerdos, o la única persona cuerda en un país de locos.
Ya sólo me interesa ser una mujer buena, las buenas personas, conocer el dolor de la gente y ver si puedo aliviar de algún modo ese fardo. Ya sólo me interesan los amigos que suman, los besos que restan penas, las caricias que se dan porque sí, los corazones envueltos para regalo, el amor sin facturas de mis padres y la bondad azul de mi hermano. Ya sólo me interesan las canciones que barren nubes, los poemas que transportan y los políticos que renuncian porque no les dejaban decir la verdad. Sí, sólo me interesan las sonrisas que provoca Piqué, los que salen a vivir sin escudo, los que lo apuestan todo a la casilla de la ternura. Ya sólo me interesan los bares donde esperan los abrazos, el corazón blanco de los niños, las palabras sin doble fondo. Ya sólo me interesan las camisas que se abren para cerrar heridas, decirle a la hormiga que escuche a la cigarra y que los minutos de silencio sean porque estemos besando.
Vivo la vida sí. La vivo y la escucho. La siento y la presiento. Cambio todas las palabras por sonrisas que pintar, empiezo la mañana cuando la noche se va. Nos fumamos las esquinas, bebemos cualquier río que pase por el medio, esnifamos el aire y hacemos tragar todo la mierda que suelten esas zorras. Es momento de brindar por todos los fracasos, por las cosas que no supe afrontar. Me bebo hasta las copas de los árboles, voy tan borracha y absurda que doy miedo, vestida y tan desnuda al conversar. Soy capaz de cruzar absolutamente toda la arena del desierto o llegar hasta el fondo del mar, puedo llegar a donde quiera. Hoy nadie me va a parar ni si quiera tú comiéndote los morros de alguien delante de mis narices, no eres nadie, porque si fuéramos lo que comemos más de una tenía cara de polla. No pongas barreras a tu libertad y si las pones rómpelas.
Grítame, fuerte, muy fuerte. Grítame todo lo que no quiero oír. Todos mis defectos, las cosas que no soportas de mí. Échame en cara todas y cada una de las veces que te hice sentir mal, que te decepcioné, que te hice pensar eso de "pensaba que eras diferente". Enfádate conmigo, dime que soy una niñata mimada y quejica, que a ver si un día maduro. Dime todo eso que la gente no le dice a los demás, dime lo que verdaderamente piensas de mí. Pero después de eso, hazme un favor, solo uno. Dime que me quieres, pese a todas las verdades que me has gritado, solo dime que me quieres.
Prométeme que mañana me querrás más que hoy, que seré en quien pensarás día y noche, que todos tus te quieros serán solo para mí y que nunca me vas a dejar sola. Prométeme que no irás por delante o por detrás de mí, si no a mi lado; que solo me besarás a mí y que seré la dueña de tus labios. Prométeme que cada vez que caiga tú estarás ahí para sostenerme; prométeme que nunca olvidarás cada momento que vivamos... Pero sobre todo, prométeme que cumplirás una a una, todas tus promesas.
Prométeme que mañana me querrás más que hoy, que seré en quien pensarás día y noche, que todos tus te quieros serán solo para mí y que nunca me vas a dejar sola. Prométeme que no irás por delante o por detrás de mí, si no a mi lado; que solo me besarás a mí y que seré la dueña de tus labios. Prométeme que cada vez que caiga tú estarás ahí para sostenerme; prométeme que nunca olvidarás cada momento que vivamos... Pero sobre todo, prométeme que cumplirás una a una, todas tus promesas.
Supongo que hay varios tipos de miedo. El miedo que te produce escalofríos, el miedo que te hace gritar, el que te paraliza o te hace correr. El miedo a los fantasmas, a los ruidos raros, a las noches de tormenta o a la oscuridad. Esta el miedo que te hace llorar, que no te deja sonreír. El miedo que te quita las ganas de reír, de caminar, de levantarte, de vivir. Miedo a no llegar a ser lo que todos esperan, miedo a fracasar, a no cumplir tu sueño, a perder a la persona que le da vida a tu vida. Creo que el miedo no es malo, ni tampoco un defecto; creo que es normal tenerle miedo a algo. Pero eso sí, vamos a hacer una cosa. Vamos a sonreír, vamos a gritar, pero de de emoción. Vamos a llorar de felicidad, vamos a dejar los miedos atrás. No nos preocuparemos por el futuro, porque al fin y al cabo, eso produce miedo. Y sí, tener miedo es lo más normal del mundo, lo que no hay que permitir esque el miedo domine tu vida, porque entonces, no tendríamos vida, solo miedo.
Sé que contigo, podré sonreír y que no tendré por qué que tener miedo.
Sé que contigo, podré sonreír y que no tendré por qué que tener miedo.
No tengo dinero para el tren, con destino tus brazos. Necesito aire para el pulmón del cielo de tus labios. La ventana ha cedido al sol, que me aporta calor y algo de pena. No sé si mandarte una postal, tatuada de ilusiones o imaginarme un carnaval con aires de tu nombre.
Mis pupilas siempre tienen sed, y son sobre tu espalda enredaderas. Todo lo que quiero ver son las aguas, que inundan tus maneras; y todas las lágrimas son sal, del mar de tus secretos, y todas las páginas están heridas de tus besos.
Mis pupilas siempre tienen sed, y son sobre tu espalda enredaderas. Todo lo que quiero ver son las aguas, que inundan tus maneras; y todas las lágrimas son sal, del mar de tus secretos, y todas las páginas están heridas de tus besos.
Déjame ser el secreto que guardas en tus labios y la confesión callada que nadie imaginaba, ser un susurro. No me compartas con nadie, no digas mi nombre, no sonrías y dejes que sepan cuanto te quería. Déjame ser ese amor callado que vive en el secreto de tu alma, ser el rocío de la mañana y el agua fresca del arroyo que calma tus ansias. Déjame ser un instante que te deje flores y recuerdos sin que des a acambio nada. Déjame ser ese abrigo que te cubre del frío, la sonrisa que brota espontánea, ser el rayo de sol que ilumine tu ventana, un segundo en tu tiempo y la brisa fresca que acaricie tu cara. Déjame ser un suspiro que tenga recuerdos cargados de nostalgia y déjame ser yo la que te ame.
Quiero perder la cabeza. Hablo enserio, quiero llenarme de locura... y por ello, cometer locuras. Quiero gritar en medio de la calle que te quiero y que no me importe que la gente se vuelva a mirarme con cara rara y que ni siquiera me importe que tú no te des la vuelta cuando lo oigas. Quiero abrazar a todo el mundo, a pesar de conocerlos de dos o tres días, quiero un abrazo de todos ellos, porque un abrazo nunca hace mal y siempre reconforta. Quiero besar a los miles de chicos que me atraen, y después no verlos nunca más.
Con el tiempo, aprendí a llorar con una sonrisa en los labios, a chillar con una voz suave. A atacar con bolas de algodón y hundirme mientras salgo volando. Contemplé ocasos de soles, de lunas y de personas, pero pocos amaneceres. Sin embargo, lucho como el primer día. Confío cada vez menos, supongo cada vez más. Me planteo la cantidad de cosas que aún mantengo, y no las que se van.
Con el tiempo, aprendí a llorar con una sonrisa en los labios, a chillar con una voz suave. A atacar con bolas de algodón y hundirme mientras salgo volando. Contemplé ocasos de soles, de lunas y de personas, pero pocos amaneceres. Sin embargo, lucho como el primer día. Confío cada vez menos, supongo cada vez más. Me planteo la cantidad de cosas que aún mantengo, y no las que se van.
Tus ojitos son los que me dicen si estás de puta madre o si la fiesta de anoche fue demasiado fuerte. Si te gusta como vas vestida, si te sientes bien, si no tienes mierda por dentro que quieras soltar. Quiero escuchar canciones y enamorarme y contarte todos los detalles y caerme y levantarme en el colchón de tu casa y que me traigas un café y que me obligues a contarte mis penas. Quiero que bailes cada sábado conmigo, que me invites a sonreir, que me lleves de compras cuando la vida me desprima, que me esfuerce por nosotras, que me cuentes tus secretos, que seas como el agua, que te necesite para sobrevivir.
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