¿Recuerdas cuando eras pequeño y no querías comer? Te intentaban hacer creer que la cuchara con el puré de verduras era... un avión. De hecho creían que lo único que le faltaba para ser verosímil era el sonido del motor. Y ahí les veías haciendo el BRRRRRRRR. Además, te hacían responsable de la buena alimentación de toda tu familia: "Esta por papá. Esta por mamá. Esta por la tita..." O sea, tenías que comer tú por todos. ¿O cuando para conseguir que nos durmiésemos se inventaron las nanas? La música era apropiada, pero fallaban en la letra, como ésa que decía: "Duérmete niño, duérmete ya, que viene el Coco y te comerá..." Y tú pensado: "¿Cómo? ¿Qué va a venir quién? Después de la información que me acabas de proporcionar... ¿tú quieres que yo me duerma?" Así que te pasabas toda la noche con los ojos como platos, no fuera a ser que le diera por aparecer al maldito Coco... Así al menos si venía te pillaba despierto. 
Y como conclusión, la frase con la que los padres ponían fin a todas nuestras preguntas: "Mamá ¿Por qué los chicos son tan raros?" "Hija, cuando seas mayor lo entenderás..." 
Pues también en eso nos mintieron.

Una mirada fría. Eso era cuanto ella podía ofrecer. Sentimientos vacíos y un sinfín de gestos y acciones que para ella no valían nada. Ya no era capaz de sentir, de compartir sus miedos con nadie. Ya no sabía amar, pues el dolor la había marcado. ¿Cómo volver a confiar? En ocasiones los golpes que recibimos nos hieren pero podemos volver a levantarnos, en cambio,otras veces nos marcan. Nos marcan de tal modo que nos hacen cambiar; algo dentro de ti da un giro, se cierra una puerta y pese a que cualquier llave encaje en la cerradura, ninguna puede abrirla. 

Es ella la que hace que mire con buena cara a la vida, con sus alegrías y sus penas. Me gusta acordarme de la forma en que nos reímos cuando todo parece ir bien, cuando la suerte está de nuestro lado, y recordar cuando algo hace que tropecemos; nos ayudamos, nos apoyamos y nos levantamos. Espero no perder nunca la ocasión de tirarme horas hablando con ella, contándole mi forma de ver el mundo… Y que me enseñe el suyo, que me dé los consejos más valiosos que tiene, que haga tonterías simplemente para que sonría una vez más. Resulta que cada cual tiene su vida, sus cosas en las que pensar, que son diferentes a las de las demás, pero sentimos la necesidad de estar juntas; porque no sería yo si ella me faltase. Con ella puedo ser yo misma, desaparecen mis miedos, es algo único. Se suele decir que amigos verdaderos hay pocos, pero yo pondría la mano en el fuego, sin miedo a quemarme porque dudo que lo hiciese; yo tengo una que daría todo y mas por mí, al igual que haría yo por ella. Fuimos, somos y seremos siempre nosotras, siempre amigas.

 

Siempre había oído eso de que las cosas prohibidas suelen hacerse demasiado tentadoras, pero hasta hace poco no había sido realmente consciente. Supongo que era por inocente, pero todos crecemos, cambiamos, y, en algún momento, todos dejamos de ser pequeños niños ingenuos. Ahora, las tentaciones hacia todo aquello a lo que no se me permite acercarme empiezan a ser demasiado fuertes, atrayentes. Y no me refiero a drogas, ni a tabaco. Ni tan siquiera al alcohol. Hablo de algo diferente, de otro tipo de droga, de otro tipo de adicción, de una atracción distinta. 
Sabéis a 
que me refiero...

Vale, lo reconozco. Soy de esas que cuando se ponen unos tacones pisa el mundo mucho más fuerte, que se mira al espejo 30 veces antes de salir y que cuando es lunes piensa en que ponerse el fin de semana. De esas que van de duras pero a la mínima se le cae el mundo encima. De esas que adora reírse por la mínima tontería.De esas que por las noches se suele comer la cabeza. De esas que odia las matemáticas por encima de todo y que odia madrugar. De esas que necesita a veces un hombro en el que llorar, una persona que le de cariño y que le quiera tal como es. Que soy de esas que a veces critica a la gente sin conocer y que luego cuando la conoce se arrepiente de haberla criticado. Soy de esas personas que sueña con lo imposible, con príncipes azules, con amores de películas y con esa persona que me susurre desde mi cama un "Buenas noches mi niña". 

Y después de sentir, y de exprimir hasta la última gota de todas mis emociones, me fijo y veo que ya no hay malos ratos ni malos momentos. Que más allá de las apariencias, se esconden personas con sus problemas y sus tristezas, sus decepciones y sus bajones, sus errores y su pasado. Que más allá de tanta superficialidad se esconde lo realmente importante, lo que llevamos dentro. Y me dispongo a reflexionar una vez más sabiendo que cada día se aprende algo nuevo, que podemos ser capaces de empezar de cero. Y ahora sí, sabemos que somos ser capaces de ser felices.

No soy una chica muy común precisamente, más bien todo lo contrario. Algo curiosa por no decir cotilla. Soñadora hasta decir basta. Un poco ilusa, para qué negarlo. Algo bipolar, pues tan pronto estoy llorando como estoy sonriendo y hay veces que no puedo parar de reír. Bastante insegura en general, es algo que busco cambiar. Perdí la cordura hace tiempo. Pero qué importa, si así tal cual soy ahora estoy mejor que nunca. Con el tiempo aprendí que si quieres algo tienes que ir a por ello y luchar por lo que quieres. Que el que algo quiere algo le cuesta, y lo digo por experiencia. Puedo llegar a ser muy dulce. De hecho lo soy, pero pocos han tenido el placer de comprobarlo. También tengo mi punto de pasota que lo parte, pero porque con el tiempo aprendí que es necesario serlo por momentos. Debes saber que no soy segundo plato de nadie, porque yo soy un premio. Soy el oro que pocos consiguen porque no se esfuerzan por él. Algunos se conforman con el bronce, que aunque no da tanta satisfacción es más fácil de obtener. Que se arriesguen o no por conseguir lo que vale la pena ya es su problema. No soporto a las niñatas que me copian, que por cierto no son pocas. Hoy en día el estilo es algo que se copia por falta de personalidad, que sinceramente es algo que a mí me sobra. Puedo llegar a ser muy mala, no quieras comprobar cuánto lo puedo llegar a ser, pero también hay veces que me paso de buena. Soy muy orgullosa y no siempre admito que me he equivocado. No me gusta rectificar aunque sé que a veces es necesario y trae buenos resultados, está comprobado. No pienso dejar que nadie me cambie, soy así y punto. No pretendo que me entiendan, el que quiera que me quiera. Dicen que tengo una mirada que engancha, pero debes saber que sólo se la enseño a quien me inspira confianza. Siempre tengo horas buenas, no me gusta andar con penas. Se puede decir que yo no entiendo de fracasos, y si alguno he tenido ya lo he olvidado. He perdido mucho tiempo de mi vida con miedos e inseguridades, pero también he disfrutado de momentos brutales que me han marcado para siempre. Nunca sabes por dónde te voy a salir, soy bastante impredecible. O me pongo insoportable o no puedes sobrevivir sin estar cerca de mí. Suelo tener las cosas bajo control, o al menos eso te hago pensar. Soy de esas que si están deprimidas se ponen una canción triste para deprimirse aún más. Me encanta la música, forma parte de mi vida diaria. Con horario ininterrumpido desde por la mañana hasta de madrugada. Es mi compañera de fatigas y alegrías. Tengo mucho que agradecerle a muchas personas, ellas lo saben. Suelo contribuir a sacarle una sonrisa a la gente, adoro la felicidad y el ambiente de alegría que se respira entre amigos. Se puede decir que soy una chica todoterreno, pocos están a mi altura. Hiperactiva por momentos. Me va mucho lo imprevisto, lo que sucede sin avisar y que se sale de lo normal. Lo quiero todo, demasiadas cosas. Quiero tener todo sin tener que hacer nada. No aspiro a ganar siempre, pero sé que siempre que quiera lo haré. Aún poseo la inocencia que caracteriza mi esencia, y no la pienso perder. Aún conservo ese pedacito de tiempo guardado en un cajón, ese que compartimos algún día los dos. También guardo ilusiones y esperanzas, esperando a que un día se cumplan. Y entonces sabré lo que me he estado perdiendo durante mucho tiempo. Pero recuperaré el tiempo perdido, eso tenlo por seguro. Porque una vez más repito, que todo lo que quiero lo consigo. 

A veces es estúpida, se comporta como una cría y me pone nerviosa. Hoy por ejemplo se está pasando de la raya. Ha llovido, y se ha quedado en casa todo el día, pero en realidad no ha hecho nada productivo. En días como ese parece ausente, no ríe, apenas come, y de vez en cuando le entran ganas de llorar. Al escuchar su voz parece que se ha recuperado, le necesita más que nunca, o se va a volver loca. Lo sé, la conozco perfectamente, le quiere demasiado como para separarse de él, sé que no lo superaría. Está falta de cariño, hoy su corazón se ha hecho pequeñito de repente, pero guarda la esperanza de que mañana crezca de golpe con uno de sus besos.
No había visto nunca nada igual. Esta noche le dirá palabras bonitas, la conozco y sé que ella también las esperará a cambio. Dulce y jodida adolescencia. Cuántos corazones habrás roto ya.

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Nos encontramos en una especie de... no sé como llamar a esto. Un jodido bucle sin salida. Ya. Mente en blanco y a la vez pensamientos que se cruzan y chocan en tu mente. Se hacen llamar días, pero para mí, son capítulos. Capítulos de algo a lo que vosotros llamáis "vida". No sé por donde empezar ni sé por donde acabar. Pero quiero hacer algo. Algo diferente. Algo que me ayude a expresarme. Algo con lo que ser más "yo misma". Te sientes, pero no viva. Y necesitas un cambio. Lo sabes, lo piensas, pero llega un día en el que necesitas dar el paso. Y ese día ha llegado. Si leyeras mis ideas, pensarías que estoy loca, pero no me importa. Vengo a expresar lo que soy.

-A veces, me gustaría ser invisible...
+¿Invisible, para qué?
-Pues... si fuera invisible haría muchas cosas... Por ejemplo ir a tu habitación y verte ahí, metido en la cama, durmiendo y suspirar, y saber que el mundo merece la pena. Para besarte y que no sepas que te está pasando. Y ponerle la zancadilla a todas las chicas que se acerquen a ti babeando, para que se les parte el labio o se les rompa la nariz y, por qué no, para que se traguen los dientes y así no te fijes en ellas. Pero sobre todo, me encantaría ser invisible para susurrarte mi nombre a todas horas, y que al verme, me digas que oyes mi nombre a todas horas, y que quizá te estás volviendo loco de tanto quererme...

¿Quieres qe te hable de él?
Bien, él es...él es mi canción favorita. Una de esas canciones míticas, que sabes que te gustarán siempre, y no te podrás cansar nunca de escuchar... Él es así. Es como un beso de buenos días que va acompañado de una sonrisa mañanera, o como una ducha caliente en un día de frio invierno. Es como un abrazo. Un abrazo de esos que necesitas siempre.Es como una de esas melodías, que sueles tararear cuando el miedo te domina... ¿sabes que más te podría decir de él para que lo entendieses? Podría decirte que él es todo. Pero no en el sentido típico de la palabra. Todo de verdad. Todo aquello que, una vez que lo pierdes, piensas que ya la vida no sirve más que para darte copias baratas e imitaciones absurdas de la mejor canción de amor que hayas escuchado jamás.

La suerte de mi vida

Sabes? Te quiero! Y no quiero que nada se interponga, quiero pasar contigo todos los momentos especiales de mi vida, que ahora mismo lo dejaría todo y me iría contigo a cualquier parte, te quiero como nunca he querido a nadie en la vida, que si no estás conmigo me falta una parte de mi... que me vuelves loca con solo mirarme, con solo besarme, con solo tocarme, con solo rozarme, con solo suspirar, con solo sonreir, con solo respirar y con solo existir... Que cuando estamos juntos siento que, aunque el mundo se cayera en ese mismo instante, a mí me daría igual, porque estoy contigo. Y eso no me ha pasado nunca con nadie.. Que aunque digan que las segundas o las terceras partes son son buenas, no es verdad, nosotros somos la excepción que rompe la regla. Porque yo elegí compartir momentos a tu lado y mantenerlos intactos. Elegí que no quería otros brazos que no fueran los tuyos, ni otras manos agarradas a las mías, elegí equivocarme de vez en cuando y esperar un "te perdono" como yo siempre he hecho. Elegí quedarme con tus manías, tus enfados, tus defectos, tus virtudes. Elegí luchar y apostarlo todo por un "nosotros". Porque no puedo vivir sin ti a mi lado, que no puedo tener una sonrisa si no te veo, que me gusta recordar nuestros buenos y malos momentos; los buenos porque son a tu lado, y los malos porque a pesar de los enfados y las rayadas nos hemos perdonado y eso es lo que importa al final. Que muero si no estás. Que siento que me muero si te veo con otras. Que te quiero y te quiero solo para mí. Que sin un tú no hay un yo...
Eres el motivo de esa sonrisa que se dibuja en mi cara sin ninguna explicación. Tienes ese don de dibujarme una sonrisa todos los dias. Nose como lo haces...
Te voy a raptar, vale? Es puro egoísmo pero es que no sé vivir sin verte todos los días!
Y la verdad.. No me lo merezco, sé bien que no me lo merezco, pero quiero pedir un deseo; que esto no termine nunca porfavor, porque estoy en el cielo, y no me apetece nada bajar..
TE AMO.



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Sinceramente nadie me conoce como cree, ya que ni yo misma me conozco, ni se definirme perfectamente. Tengo unos prontos muy raros, soy demasiado bipolar, puedo estar ahora feliz y dentro de 2 minutos llorando por los suelos. No soy rara, soy distinta, yo diría original. Me encanta el chocolate, las noches de verano y dejar huella por cada sitio que voy. No soy rencorosa, perdono fácilmente pero me cuesta mucho olvidar. Soy bastante hija de puta con la gente que me critica, a mi nadie me vacila. Parezco a veces un poco tonta, pero no lo soy, solo cuando me interesa. Soy muy sensible, lloro por la minima cosa que me pasa, tanto como con una película o una canción. Si me haces algo, prepárate para lo peor. Dicen que soy un poco borde, lo reconozco. Me resbala lo que piensen de mi, no hay comentarios tontos, sino tontos que comentan, no hay mas. Me importa una mierda la política de mi país, aunque se que es una porquería, y que sale mas caro robar que matar. Soy bastante madura, he pasado por mucho. Las palabras se las suele llevar el viento, por eso me gusta que me desmuestren las cosas. Me gusta mi vida, me gusta porque tengo a mi lado gente maravillosa que me quiere y que me ayuda, que mi gente es lo primero, y lo demás es secundario.


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No sé si fumar, si emborracharme, o drogarme, no se que hacer para olvidarme de esta vida, son tantas dificultades. Cada día es un nuevo reto, cada pelea es un nuevo error del que debes aprender. Son muchas cosas, tantas y tantas, a veces me dan ganas de olvidarme de todo, no saber ni quien soy ni como me llamo ni quien eres tú, ni de conocerlo a él. Quiero que me torturen que me hagan sentir daño, quiero aprender a vivir la vida sin reprocharlo todo, aprender a no criticar a la gente, aprender a sentir lo que me llevo prohibiendo tanto tiempo, aprender a no quejarme de todo lo que me den a lo mejor es lo último que me den o es lo mejor que me pueden dar. Soy mala, lo sé, puede llegar a ser una de las peores personas cuando me enfado, puedo hacerte daño con una sola mirada, pero también tengo mis puntitos, puedes llegar a ser la persona más feliz del mundo teniéndome a tu lado, puedo amar como nadie nunca podría amar, puedo ser tan buena que hasta puedas llegar a pensar que soy ángel bajado del cielo, te puedo regalar mis mejores sonrisas hasta que te enamores de mi. Todos tenemos nuestros puntos malos y buenos, nadie puede ser perfecto, no digas nunca que esa chica tan guapa que todos se fijan en ella es perfecta porque no es así, puede que yo sea la chica más imperfecta del mundo, pero soy feliz así, no quiero ser perfecta, me encanta ser así, meterme en líos y solucionarlos, amar y que me hagan daño, sonreír aunque quiera llorar, tú tanto como yo eres especial tal y como eres, no hay una persona igual a ti. Deja de quejarte tanto de la vida, porque siempre pagaras por todo. Fui mala, lo pagué, soy buena, tengo mi recompensa.

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Todo en ella es pura energía. Cada uno de sus pequeños gestos reflejan una parte de su complejo carácter. Como esa mala costumbre de cogerse una mano con la otra. Siempre lo hace, cree que es la única persona capaz de ayudarse y yo sé que es la única mano que coge sin miedo. No cree en nadie, y tampoco en nada. Está llena de miedos y por eso cree que es cobarde, pero la verdad es que no conozco a nadie más valiente que a ella. Es complicado de explicar. Tiene tanta fuerza que a veces creo que si quisiera podría hacer que el mundo funcionase al revés. Es capaz de controlar todo lo que la rodea sin que nadie se de cuenta. Es tan… sutil. Sabe fingir con la facilidad con la que un niño se come una piruleta. Habla de tal manera que te hace creer que la conoces, pero nunca llegarás a hacerlo. Suele expresar lo que piensa, pero en realidad nunca menciona nada importante. Es incapaz de hablar de lo que siente. En su yo más profundo se esconden miles de cosas que ni siquiera yo puedo llegar a imaginar. A veces se hace incómodo no saber en lo que estará realmente pensando. Es lista y sabe aprovecharlo. Es frágil en su interior y por esa razón nunca podrás llegar a él. Y a pesar de todo, es tan extremadamente fácil quererla, que acabas sintiendo adicción por el dolor que causa… No existe nadie igual.

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Me gustaría saber quien fue el que eligió lo que estaba bien y lo que estaba mal, solo para darle tres ostias. Todo el mundo dice que los jovenes de hoy en día ya no servimos para nada, pero la culpa es vuestra. Porque nos enseñasteis a caminar, pero no a levantarnos de las caídas. Nos enseñasteis a hablar, pero no a rectificar nuestros errores. Nos enseñasteis a respetar a las personas y valorarlas, pero no nos dijisteis que muchas ni siquiera lo merecen. Nos dijisteis que hay que vivir la vida, pero no nos dijsteis que hay más prohibiciones que privilegios. Y por último, nos mostrástreis lo bonito que es el mundo... hasta que creces...

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